Por qué los niños deben ir descalzos por casa
Hace unos años os expliqué en una entrada por qué se descalzan los niños, de manera casi constante, como si los zapatos fueran una tremenda molestia para ellos. La explicación es esa, que les molestan, que les privan de libertad y de sensaciones y por eso se los quitan.
Algunos se acostumbran y acaban aceptando las zapatillas de casa y otros no. Hagas lo que hagas te los encuentras descalzos, que es lo que sucede con los míos: llegan a casa y además de quitarse la chaqueta se quitan las zapatillas, y no precisamente para ponerse las de andar por casa.
El caso es que después de un tiempo de tratar de “convencerles” de lo adecuado que es que las lleven, más que nada para que no tengan los pies fríos, sin resultados positivos, me he dado por vencido porque en el fondo tengo claro que lo ideal es que vayan descalzos… ahora os diré por qué.
Nuestros pies están diseñados para algo más que zapatos
Cada uno de los pies de nuestros hijos tiene 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 tendones, músculos y ligamentos. Esto nos hace ver que nuestros pies son una auténtica obra de “ingeniera evolutiva” diseñada para caminar por los terrenos más insospechados.
En la antigüedad teníamos que subir piedras, rocas, trepar por árboles, andar por algunas ramas, huir de peligros por donde fuera, caminar a la intemperie y todo eso lo hacíamos descalzos, con unos pies llenos de articulaciones y huesos que nos permitían amoldarnos al terreno.
Ahora lo máximo que hacemos son tres o cuatro gestos con el pie, que son los que hacemos al caminar, al ponernos de puntillas y poco más, siempre dentro de un zapato que no permite que nuestros pies se articulen como podrían hacerlo. De hecho, el día que nos vemos andando descalzos por la playa, no por la arena mojada, sino por la seca, nos cuesta horrores, porque no estamos acostumbrados.
Dicho de otro modo, lo último que esperan los pies de nuestros hijos es tener que vivir dentro de unos receptáculos rígidos llamados zapatos de suela dura y, como mucho, parece que aceptan bastante bien los zapatos de suela más flexible, porque ahí al menos tienen posibilidad de articularse un poco (aunque ya digo, poco).
¿Por qué usamos zapatos?
Después de conocer la estructura de nuestros pies cabe preguntarnos por qué usamos zapatos. Pues bien, esto lo resume perfectamente el Dr. García Tornel: “El zapato es para proteger y decorar”.
De igual modo que utilizamos ropa para protegernos del frío y para estar más (o menos) elegantes, de igual modo que utilizamos el coche para ir a sitios relativamente cercanos, estando nuestras piernas perfectamente capacitadas para llevarnos hasta allí y de igual modo que podemos cambiar de canal levantándonos del sofá pero preferimos utilizar el mando, utilizamos los zapatos, esos artilugios sin los que podríamos vivir pero que nos hacen la vida más fácil, porque protegen nuestros pies y porque sirven para conjuntar con la ropa que llevamos.
Cuando están en casa pueden ir descalzos
Tras tres o cuatro años lidiando con mis hijos para que se pongan las zapatillas de casa y ver que no he obtenido los resultados deseados he decidido dejarles ir descalzos porque he observado que no se resfrían más por ir sin zapatillas. Por si acaso, como el frío molesta en la planta de los pies, les ponemos calcetines y, cuando es posible, de los antideslizantes.
El hecho de llevar zapatos no hace que a los niños se les desarrolle mejor el pie. De hecho, igual que se dice que andar por la playa es muy saludable, andar descalzo por casa también lo es, porque de ese modo el pie adopta posiciones que con un zapato difícilmente adoptará, de ese modo se fortalece la musculatura del pie y del tobillo y de ese modo el niño estará más preparado para caminar, correr, saltar, etc.
El arco del pie no se va a formar mejor por llevar zapatos, es decir, un niño que lleva plantillas no va a tener el pie menos plano que un niño que anda descalzo, porque lo que se sabe ahora, en contra de lo que siempre se ha pensado, es que las plantillas ayudan a corregir un problema de postura, por tener un niño el pie plano, pero el problema sigue existiendo cuando el niño se quita los zapatos. Es como aquel niño que se pone las gafas y ve bien, y al quitárselas vuelve a ver mal. Con las gafas corrige su problema pero no lo soluciona.
Así que ya sabéis, si sois de los que andáis todo el día detrás de vuestros hijos con las zapatillas de casa en la mano, id olvidando esta estrategia: lo mejor es que vayan descalzos. Unos calcetines antideslizantes y listo.
Fuente: bebesymas.com
Características y tipo de calzado para estar en casa.
Cuando llegamos a nuestra casa nos quitamos los zapatos y nos ponemos algo más cómodo. Pero en la mayoría de casos nos ponemos unas zapatillas anchas que no suelen ir sujetas al pie o simplemente usamos unos calcetines gordos, lo que constituye un gran error. Debemos tener en cuenta que el calzado que usemos para estar por casa también es importante para la salud de nuestros pies
Aquí os vamos a decir que características debería cumplir el calzado que usáis para andar cómodamente por casa sin que sufran vuestros pies.
Características de un buen calzado de casa
El calzado que se emplee cuando estemos en casa debe ser cómodo y debe ir sujeto al pie de la persona. De lo contrario, cuando la zapatilla nos va grande, agarrotamos los dedos para sujetar el zapato. Esto provoca presiones incorrectas a nivel de la parte delantera de los dedos que favorece la aparición de callos, durezas y dolores de pies. También pueden aparecer juanetes, motivo por el cual la persona deberá acudir al podólogo para que determine si es un problema de origen genético o bien se debe a una alteración biomecánica del pie; por lo tanto, no debemos permitir la total libertad de movimiento al pie, como es el caso de chanclas y babuchas.
Soportes plantares, también en casa
Las personas que durante el día necesitan llevar soportes plantares también deben utilizarlos en casa. La zapatilla del hogar debe poder adaptarse a estas plantillas, que deben seguir quedando sujetas al pie.
Calcetines para andar por casa
Muchas personas han adquirido el hábito de llevar calcetines gruesos para andar por casa sin zapatos, algo que resulta contraproducente para la persona. Si se hace durante un par de horas antes de ir a la cama no pasa nada, pero si se va a estar deambulando y realizando actividades de esta manera, puede ser peligroso. Los calcetines hacen trabajar al pie en condiciones inadecuadas porque no va sujeto y le hace perder la estabilidad.
En conclusión
¡Las zapatillas que usemos deben ser cerradas y contener los volúmenes del pie en su medida!
CLINOVA PODOLOGÍA, no dudes en ponerte en contacto con nosotros si tienes alguna duda, en el 924 22 27 13 en info@clinovapodologia.com o a través de nuestra página en facebook
Fuente: clinicadelpielamalagueta.es
Calzado para andar por casa
Todos en casa no solemos calzarnos bien. Por costumbre, tal y como explica el podólogo Enric Giralt, cuando llegamos a nuestra casa nos quitamos los zapatos y nos ponemos algo más cómodo. Pero en la mayoría de casos nos ponemos unas zapatillas anchas que no suelen ir sujetas al pie, lo que constituye un gran error.
Características de un buen calzado de casa
El calzado que se emplee cuando estemos en casa debe ser cómodo y debe ir sujeto al pie de la persona. De lo contrario, cuando la zapatilla nos va grande, agarrotamos los dedos para sujetar el zapato. Esto provoca presiones incorrectas a nivel de la parte delantera de los dedos que favorece la aparición de callos, durícias y dolores de pies. También pueden aparecer juanetes, motivo por el cual la persona deberá acudir al podólogo para que determine si es un problema de origen genético o bien se debe a una alteración biomecánica del pie. No debemos olvidar que muchas veces un dolor de espalda puede venir producido por una mala posición del pie, que repercute en la rodilla, cadera y asciende hasta la columna vertebral.
Soportes plantares, también en casa
Las personas que durante el día necesitan llevar soportes plantares también deben utilizarlos en casa. La zapatilla del hogar debe poder adaptarse a estas plantillas, que deben seguir quedando sujetas al pie.
Calcetines para andar por casa
Muchas personas han adquirido el hábito de llevar calcetines gruesos para andar por casa sin zapatos, algo que resulta contraproducente para la persona. Si se hace durante un par de horas antes de ir a la cama no pasa nada, pero si se va a estar deambulando y realizando actividades de esta manera, puede ser peligroso. Los calcetines hacen trabajar al pie en condiciones inadecuadas porque no va sujeto y le hace perder la estabilidad.
Fuente: vivirmejor Autor: Enric Giralt