Pie Diabético; consejos
Te presentamos algunos consejos que pueden ser de utilidad para prevenir la infección del Pie Diabético.
Es importante remarcar que no debe confundirse «pie diabético» con el pie de una persona diabética, ya que no todos los diabéticos desarrollan esta complicación que depende en gran medida del control que se tenga de la enfermedad.
La causa primaria del pie diabético se debe al daño progresivo que la diabetes produce sobre los nervios, lo que se conoce como neuropatía. Los nervios están encargados de informar sobre los diferentes estímulos (nervios sensitivos) y de controlar a los músculos (nervios efectores).En los diabéticos, la afectación de los nervios hace que se pierda la sensibilidad, especialmente la sensibilidad dolorosa y térmica, y que los músculos se atrofien, favoreciendo la aparición de deformidades en el pie, ya que los músculos se insertan en los huesos, los movilizan y dan estabilidad a la estructura ósea. El hecho de que una persona pierda la sensibilidad en el pie implica que si se produce una herida, un roce excesivo, una hiperpresión de un punto determinado o una exposición excesiva a fuentes de calor o frío no se sientan. Ya que el dolor es un mecanismo defensivo del organismo que incita a tomar medidas que protejan de factores agresivos, los diabéticos pueden sufrir heridas y no darse cuenta. Además, la pérdida de control muscular favorece la aparición de deformidades y éstas pueden al mismo tiempo favorecer roces, cambios en la distribución de los apoyos del pie durante la marcha y predisponer a determinados puntos del pie a agresiones que, de no ser atajadas a tiempo, pueden resultar fatal .
Los consejos que te proponemos desde podologiaencasa.com para evitar el Pie Diabético son:
- Procure que el control de su glucosa sea lo mejor posible.
- Vigile todos los días sus pies. Si tiene problemas visuales, solicite la ayuda de un familiar. Inspeccione la presencia de rozaduras, llagas, cortes, ampollas, durezas, áreas enrojecidas o hinchadas.
- Lave diariamente sus pies con agua templada y jabón suave y neutro. El baño no debe durar más de 10 minutos. Séquese bien.
- No utilice agentes irritantes como callicidas, cuchillas, alcohol, yodo, agua salada. Si se utiliza esparadrapo, debe ser hipoalérgico.
- Evite que los pies estén demasiado húmedos o demasiado secos. Mantenga la piel suave e hidratada (puede utilizar una crema hidratante).
- Lime sus uñas (no las corte) semanalmente o más a menudo si es necesario, en línea recta, con lima de cartón.
- Protéjase del calor y el frío: no camine descalzo por la playa o superficies calientes, póngase calcetines por la noche si se le enfrían los pies, no se ponga mantas eléctricas, bolsas de agua caliente o hielo.
- Utilice calzado adecuado tanto dentro como fuera de casa. Utilice gradualmente los zapatos nuevos. Los calcetines no deben oprimirle, no utilice tejidos sintéticos.
- Camine diariamente (siempre calzado), eleve piernas y tobillos arriba y abajo 5 minutos 2 ó 3 veces al día; no fume. Practique deporte si no hay contraindicación.
- Consulte a su podólogo y/o a su médico si aprecia cualquier lesión.
Fuente: podologiaencasa.com
Pie diabético. Prevención
Por la importancia de sus efectos y la gravedad de sus consecuencias, el pie diabético es una entidad de salud que, a pesar de pertenecer a la especialidad de podología, la seguridad social ha creído conveniente incluir en sus prestaciones.
Pie diabético
La diabetes puede provocar alteraciones en los pies a nivel vascular y del riego sanguíneo, algo que conlleva una pérdida de sensibilidad en la zona. Por eso a las personas con esta enfermedad les pueden aparecer úlceras y heridas a causa de algunos agentes externos o por el calzado que llevan, y no darse cuenta de que tienen esas lesiones. Por eso hay que ir con especial cuidado y prestar atención a los pies, porque esas heridas no se curarán por si solas sino que irán a más. Ocurre en algunas ocasiones que el diagnóstico de la diabetes se efectúa en la consulta del podólogo porque el paciente acude por una lesión en el pie y, tras unas pruebas, se descubre que padece esta enfermedad.
La importancia de la prevención
Se deben seguir unos consejos básicos para prevenir los problemas en los pies de las personas con diabetes. En primera instancia, la persona que sepa que sufre diabetes debe revisarse los pies a diario para comprobar que no ha aparecido ninguna lesión. Es preciso incidir especialmente en la zona de las plantas de los pies y en las uñas, que se deben cortar siempre rectas y no a ras de carne. Solo así se evitarán las infecciones.
Particularidades del pie diabético
El pie diabético está más expuesto a las alteraciones como llagas, callosidades o rozaduras. Estas alteraciones pueden llevar a una lesión que deje al descubierto el hueso, derivando en una amputación. Por eso, se debe insistir en la prevención. Por lo que se refiere al calzado, hay que comprarlo de manera que no apriete al pie, que no lleve costuras y que no irrite la zona. Es recomendable comprar los zapatos a última hora del día porque es el momento en que éstos están más dilatados.
Calzado adecuado según las características del pie
La gente de edad más avanzada debe recurrir a zapaterías especiales para encontrar el calzado más adecuado a sus necesidades. Así lo explica el podólogo, expresando la importancia de cuidar bien los pies al llegar a la tercera edad. Si el calzado no cumple con las características mínimas exigibles, se generará un problema de apoyo que dificultará el andar de la persona en cuestión.
Calzarse con juanetes
Las personas a quienes no les duelen los juanetes no tienen que operarse necesariamente, aunque sí deberán prestar especial atención a los zapatos que usan. El juanete provoca que el dedo gordo, a nivel de la articulación, se haga muy grande, lo que supondrá un roce constante con el zapato. El zapato debe tener la anchura suficiente en la parte de delante para que el juanete roce lo mínimo posible y, sobre todo, que en esa zona no haya costuras.
Pie cavo y dedos en garra
El hecho de tener el empeine más elevado hace que los pies cavos requieran de un zapato que disponga de un sistema de acordonado para poder graduar la anchura del mismo. Los mocasines también evitarían roces. En el caso de los dedos en garra hay un calzado especial que en la parte de delante tiene en vez de piel, licra. Gracias a este material, los dedos no rozan.
Caídas de personas mayores
Muchas personas de la tercera edad tienen problemas a la hora de caminar y cierta tendencia a caerse. La suela de los zapatos de estas personas debe ser acolchada y amortiguada, blanda y a poder ser con cámara de aire. Las cámaras de aire ayudan a disipar la onda de choque cada vez que el pie impacta contra el suelo. A su vez, dan más estabilidad y seguridad al caminar.
Consejos para pie diabético
-Lavarse los pies diariamente con agua templada y un jabón neutro. La duración del baño no debe ser mayor de 5 minutos, ya que puede reblandecerse la piel sana y producir maceración. Secarlosbien con una toalla suave, especialmente entre los dedos.
-Para suavizar la piel y mantenerla hidratada, se puede aplicar, después del secado, una crema emoliente mediante un masaje ligero. Nunca se debe aplicar pomada entre los dedos. En personas con sudoración excesiva puede sustituirse esta medida por la aplicación de una solución alcohólica de cloruro de aluminio. Evitar el uso de cremas irritantes o abrasivas, talcos, aerosoles.
-Los calcetines deben cambiarse a diario, no deben apretar y preferentemente deben ser de fibras naturales (algodón o lana).
-El calzado tiene que ser transpirable (de piel). Debe ser ancho, cómodo, que proteja de los pequeños traumatismos Se ha de inspeccionar su interior antes de calzarse, en busca de piedrecitas o de cualquier irregularidad.
-No caliente sus pies delante de una fuente de calor: radiador, brasero.(Puede quemarse).
-Nunca andar descalzo, ni siquiera en la playa.
-Examinar los pies detalladamente todos los días (durezas, callosidades, grietas, heridas).
-Cortarse las uñas regularmente, limar los bordes para evitar heridas.
-En caso de callosidades, nunca utilice pomadas o parches callicidas, ni objetos cortantes (hojas de afeitar, tijeras, limas).
-No olvidar la vacunación antitetánica.
-Consultar con su Podólogo ante cualquier herida o afección en sus pies y si tiene necesidad de cuidados regulares.