Podología, tenis y padel
El tenis y el padel son juegos rápidos, de cambios de dirección, desplazamientos cortos, fuerza explosiva y velocidad de reacción. La posición de los pies en cada momento del tanto y en cada golpe es fundamental para consolidar un juego regular y complementar la técnica de juego. Para el deportista es igual de importante la raqueta como las zapatillas ya que es necesario que los pies estén cómodos y sujetos , para poder llegar bien colocados a cada golpe.
Como ya os he comentado es muy importante la elección de un calzado adecuado para practicar estos deportes ya que reduce el riesgo de lesiones y mejora los beneficios de la actividad física, generalmente hay deportistas que se rigen más por el diseño de la zapatilla que no por las expectativas que esperan de ellas y escogen un calzado que no es adecuado para su tipo de pisada ni para sus requerimientos de estabilidad o amortiguación . Tenemos que tener en cuenta varios parámetros en la elección de un buen calzado en base de la actividad del deportista , el peso ya que, a mayor peso, es necesario tener una mejor amortiguación y soportes para que el pie y sus articulaciones no sufran los impactos.
Si queremos evitar posibles lesiones y desgastes musculoarticulares de forma prematura en un deporte de tan alta exigencia ,a parte de una correcta elección del material para practicar este deporte es muy importante tener en cuenta la morfología y estructura articular de nuestro pies y el tipo de pisada que tenemos.
De una forma sencilla describimos distintos tipos de pisada: la neutra, la pronadora y la supinadora. La pronación es la rotación que hace que el pie apoye más el borde interno y, si bien es una respuesta natural del pie para disipar la carga que recibe a cada paso, existen distintos grados de pronación. Y a mayor severidad, mayores son los riesgos de lesión.
El 90 por ciento de las afecciones de miembros inferiores se relacionan con la sobrepronación . Al igual que las personas de mayor peso corporal, los sobrepronadores necesitan una máxima estabilidad.
La pisada supinadora, por el contrario, es aquella en la que el pie se apoya más en el borde externo.
Por último hablamos de la pisada neutra, en la cual encontramos una secuencia del apoyo plantar normal.
En Clinova Podología ofrecemos el servicio de Estudios Biomecánico, con el que podemos obtener una evaluación de la pisada. Con este estudio biomecánico obtenemos información sobre la morfología y/o orientación de los pies rodillas , caderas y postural . También obtenemos información del tipo de pisada y sobre la existencia de alteraciones de la estabilidad en distintas partes del pie, al mismo tiempo nos permite obtener parámetros de puntos de presión o hiperpresión de la pisada.
Tras esta exploración determinamos cuál es el tipo de calzado más adecuado para cada paciente , y nos sirve también para la elaboración de plantillas personalizas en caso de desequilbrios podales y/o posturales.
Fuente: clinicapodologica.net
La pisada supinadora
La supinación es la rotación externa del pie cuando caminas o corres. Es un movimiento que presenta aproximadamente el 10% del total de la población. No es mala en sí misma pero influye de forma importante en la patología del miembro inferior pues no ayuda a la amortiguación del impacto.
Con este tipo de pisada, el fascículo lateral de la fascia del pie está más estirado, la musculatura lateral de la pierna (peroneo lateral largo y peroneo lateral corto) tiene que hacer más trabajo, los ligamentos externos del tobillo sufren excesiva elongación y el 4º y 5º metatarsiano sufren una presión anormal que provocan fracturas por estrés en los metatarsianos, esguinces de tobillo, tendinitis de los peroneos y fascitis plantares.
Adicionalmente a las lesiones en los pies, este movimiento puede ser la causa de una serie de lesiones a lo largo de la cadena cinécita. Causa rotación externa de la tibia predisponiendo a fracturas por estrés.
La supinación es un movimiento en el que hay poca amortiguación en el pie y toda la presión recae en la rodilla sufriendo los meniscos, especialmente el externo. Aumenta la incidencia de lesiones y roturas del menisco externo, ligamento lateral externo de la rodilla y en general toda la cadena externa del muslo, pues también aumenta el varo o la curvatura hacia el interior de la rodilla.
Debido a esto pueden aparecer también con más frecuencia sobrecargas musculares en el tensor de la fascia lata, síndrome de la cintilla iliotibial y toda la musculatura abductora.
Por el resto, tiene una serie de efectos en nuestra postura:
– Provoca rotación externa de la pelvis.
– La pelvis bascula posteriormente, provocando radiculopatías en sujetos muy deportistas con el paso del tiempo.
– Aumenta la tracción a nivel del psoas iliaco y la musculatura flexora de la cadera.
– Provoca discopatías a todos los niveles de la columna por la falta de amortiguación.
Fuente: centromedicodelpie
Autor: Rubén Montes Salas. Podólogo
Pie cavo (pie en garra)
El pie con un arco logitudinal alto recibe el nombre de pie cavo o pie en garra y su origen es congénito (en la imagen, el del centro).
Cuando un corredor tiene el pie cavo se encuentra con que es, en cierto grado, inflexible y tiene limitada la amplitud articular. No es raro que este problema encadene otros, como tensión en los músculos de la pantorrilla y fascitis plantar. Además, un pie cavo cuenta con una superficie más pequeña para apoyar el peso, por lo que hay riesgo de concentración de la presión y por consiguiente, de situaciones anormales de la carga.
SÍNTOMAS
- El pie es inflexible.
- Es difícil aplanar el arco aún bajo carga.
- Se pueden desarrollar dedos doblados que no se pueden estirar (dedos en martillo).
- Desplazamiento hacia abajo del dedo gordo del pie y formación de callos dolorosos.
- El dolor aparece en una carrera prolongada, pues los pies cavos no suelen asimilar bien los entrenamientos de running.
TRATAMIENTO
Utilizar un calzado adecuado junto con un estudio biomecánico de la pisada es el primer punto hacia donde el corredor debe mirar. Lo ideal para este tipo de pies son zapatillas (o plantillas) que tengan apoyos en el arco que absorban bien el impacto.
El entrenamiento de flexibilidad estática es muy importante para este tipo de pies. Normalmente estos ejercicios se pueden realizar sobre una tabla inclinada a 35 grados.
Por último, el podólogo puede reducir los callos periódicamente para evitar la presión.
Fuente: foroatletismo.com
Lesiones habituales en el running
La web Smooth Fitness publicó en su día una infografía que creo que es muy interesante. Habla de las lesiones habituales en el running y la acompañaba el siguiente texto que me he permitido traducir:
A pesar de todos sus beneficios, correr no está exento de riesgos. Cada año, 36 millones de personas corren en Estados Unidos y el 40% a 50% de ellos sufren al menos una lesión relacionada. No es raro para un corredor tropezar y caer, padeciendo cortes y rasguños, y algunas veces hasta huesos rotos. Y si no te pones el calzado adecuado, puedes conseguir algunas horribles ampollas . Sin embargo, las lesiones más comunes son las que provienen de correr en sí.
Tu cuerpo es como cualquier pieza de maquinaria. Cuanto más lo uses, mayor desgaste que sufre, y el desgaste a veces se manifiesta en forma de lesiones. Cuanto más a menudo y mayor distancia se ejecuta, mayor será la probabilidad de que sufras una lesión en la carrera. También se vuelven más susceptibles a las lesiones por correr con la edad. Incluso los niños sufren lesiones por correr a razón de unos 16.000 afectados por año. Además, no son sólo los corredores al aire libre los que se lesionan. Correr en una cinta requiere un cuidado igual y preparación para evitar lesiones por correr.
Este diagrama muestra algunas de las lesiones más comunes que se ejecutan, cómo tratarlas y cómo evitarlos por completo. Si sufres una lesión en marcha, hay ejercicios alternativos que puedes hacer con otros accesorios de fitness mientras te recuperas. Lo más importante a recordar es, si la lesión es grave, no dudes en consultar a un médico. Es mejor tratarse de inmediato que convertirlo en una enfermedad crónica que perjudique tu marcha para siempre.
Fuente: blog de Podored
Periostitis tibial o periostitis del corredor: caso práctico
Muchos lectores os sentiréis identificados. Muchos de vosotros al salir a correr, al rato, empezáis a sentir quemazón, como si os dieran martillazos en las tibias a cada paso y llega un momento que es tan desesperante que, evidentemente, tenéis que parar con la frustración que ello acarrea. Probáis de todo: cremas, zapatillas, calcetines hasta las rodillas… pero la cosa no mejora. Bien, estamos ante un caso de periostitis tibial, o como dice su definición más médica: “inflamación de periostio tibial a nivel medio y caudal de la tibia”.
Esta lesión es muy habitual en corredores. Es una lesión bastante desesperante porque llega a ser casi inhabilitante para muchos atletas, aunque realmente fácil de mejorar si se hacen las cosas bien desde el principio. No hace mucho conocí en consulta a un chico de 27 años de edad, un loco del deporte que estaba ciertamente desesperado porque sufría de periostitis desde hacía muchos años. Durante su historia clínica, me comentó que querían hacerle un raspado o legrado de la tibia y le comenté que, antes de entrar a quirófano, hay muchas técnicas de ortopedia deportiva que podrían irle muy bien.
Yo siempre he sido de la opinión que “para operar siempre hay tiempo” y normalmente, en la mayor parte de las lesiones por sobrecarga/sobreesfuerzo, como en este caso, con un buen tratamiento combinado muy bien reglado de ortopedia deportiva y fisioterapia, suele ser más que suficiente para una mejoría importante. Lo más curioso es que mejorar de una periostitis, se sea atleta o no, es realmente fácil; al menos mejorar en gran medida.
Para mejorar una periostitis es fundamental tener bien presente un concepto. Si ese concepto no se tiene claro nunca mejorará esta lesión (y cuando digo nunca es nunca). Tiene sus brotes, como la mayor parte de las lesiones por sobreesfuerzo/sobrecarga pero muy controlables.
Esta lesión está directamente relacionada con un movimiento excesivo en pronación durante el “rodillo de talón”. Es fundamental:
1. Localizar el momento de máxima pronación, inversión subastragalina ASA, eversión talar.
2. La toma del molde es capital, ya que depende de este momento el éxito de la plantilla junto con un tratamiento complementario de fisioterapeuta, para la mejora de la lesión.
3. Tratamiento combinado con fisioterapia con función antiinflamatoria/antiálgica.
Si esto no se hace a la perfección y, por supuesto, la elección del material en base a las características del paciente, el tratamiento será un rotundo fracaso.
Muchos tienen plantillas. Este chico en cuestión tenía una, el material no era el adecuado y la forma de la plantilla (aquí está el secreto) tampoco, por lo que es normal que no existiera mejoría. Que un paciente sea tratado con una ortesis plantar y fisioterapia no significa necesariamente que mejore, sinó que dependerá del tipo de plantilla, de que esté bien diseñada (y fundamental medir los tiempos con el fisioterapeuta) y de que, evidentemente, el trabajo del fisioterapeuta sea el correcto para esa patología. Si no hay mejoría, es evidente que algo falla y habría que replantearse el tratamiento, que es lo que solemos hacer en el momento que llega un paciente con esta alteración patomecánica de larga evolución o que haya pasado por otros profesionales: volver a empezar.
TRATAMIENTO
Una vez localizada la alteración biomecánica, es muy importante su valoración, que normalmente en una exploración en camilla es más que suficiente. Luego se procede a la toma del molde de escayola por parte del podólogo y a preparar un buen tratamiento de fisioterapia con función antiálgica/antiinflamatoria, bien reglado por parte del profesional de fisioterapia. Es importante que ambos profesionales estén en contacto para valorar la evolución del paciente.
Calzado deportivo: pasa muy desapercibido como factor de riesgo tanto de esta lesión como de otras muchas pero quiero que el lector tenga muy presente que el calzado deportivo actual, con la gran variedad que presenta y de función “más que discutible”, es una fuente inagotable de lesiones. Es importante, por parte del profesional de la podología, informar al paciente de qué tipo de calzado es el más adecuado para el paciente en base a su mecánica. Hay zapatillas que fomentan ciertas lesiones y son muy utilizadas. No me refiero a marcas en concreto, me refiero a diseño o estructura, favoreciendo ciertos “brazos de palanca” a nivel del calcáneo, desencadenando toda la patomecánica que podáis imaginar.
CONCLUSIÓN
Actualmente, el paciente comunica que tiene unas sensaciones casi inmejorables. Está bien, no sufre el dolor y para mí ésta es la mayor recompensa que puedo tener.
El tratamiento, además, puede acompañarse de infusiones vía oral con función antiinflamatoria y ungüentos tópicos que van extraordinariamente bien para este tipo de lesión pero, como siempre digo a mis pacientes, cuando se ponen por primera vez en contacto conmigo: “no hay que desesperarse porque todo tiene mejoría, pero a veces ésta es lenta”.
CLINOVA PODOLOGÍA, no dudes en ponerte en contacto con nosotros si tienes alguna duda, en el 924 22 27 13 en info@clinovapodologia.com o a través de nuestra página en facebook
Fuente: foroatletismo
Foto: la bolsa del corredor
Onicomicosis; hongos en las uñas de los pies
Esto implica el uso de calcetines 100% algodón, con cambio diario, zapatos no oclusivos y amplios, que no aprieten los ortejos o dedos, evitando un traumatismo constante.
Los pies deben mantenerse secos durante todo el día, con énfasis en el secado después del baño, entre los dedos.